-Kika ha muerto-
Escueto guasap de Carlos.
12,37 h. del 30 de Diciembre de 2014.
No quiso saber nada del Año Nuevo. Se quedó en el viejo, como su cuerpo, viejo, caquéctico, enclenque.
Perra noble y buena. Quince años acompañándonos. Quince años aguantando los pisotones descuidados, tan pequeña, que no la sentías acurrucada a tus pies. Murió discretamente, silenciosa, sin quejidos, agotándose poquito a poco, sin dar guerra ni trabajo. Desapercibida como toda su vida.
24 Diciembre 2019.
Noche especial. Noche rara. No recuerdo en lo que me alcanza la memoria estar a las once en la cama. Escucho heavy metal en radio tres, pero ni los sonidos estruendosos amortiguan los lamentos entrecortados y suplicatorios de Willy.
Willy se está muriendo. O al menos lo parece. Acostado en la entrada donde hemos improvisado un pequeño hospital perruno, cubierto de pañales y protectores, no termina de cerrar sus asustados ojos.
Recuerdo cuando le vimos por primera vez. En un video que publicó la protectora de animales. Tan dicharachero. Tan pizpireto. Tan de dejarse querer...Vendrás a nuestra casa. Seguro.
La emoción cuando descendiste del coche de Irene, alegre, perfumado, relimpio. Recién esterilizado, todavía con la cicatriz tierna y sensible...Tuve mis dudas. Demasiado grande, demasiado inquieto, todo eran comparaciones con Kika. Nos costó entendernos, tardamos en adaptarnos, pero aprendimos a querernos.
También parece que elegiste el momento de dejarnos. Otros años por estas fechas estamos esquiando en el Valle. Pero este año, este año especial, todo está desajustado. Jorge en Castellón, Carlos en Mánchester, Lucía trabajando. Domingo y Montse se han ido a cenar con mi suegra y la familia de Gema.
Este año estamos aquí para cuidarte y despedirte. No has sido un perro cariñoso ni adulador, pero eres noble y valeroso. Sabe dios, lo que habrás sufrido antes de llegar a la perrera, imagino fríos invernales, calores sofocantes, encierros infinitos, hambre, maltratos?.
25 de Diciembre ¡Fun, Fun, Fun!
Intranquila noche. Múltiples despertares vigilando tu agonía. Morir no es tan fácil como parece. Vemos señales pero nos gustaría tener el ojo escáner que nos permita confirmar la irreversibilidad del momento. Todavía creemos en la posibilidad de una recuperación milagrosa espontánea. Te imagino corriendo por el parque. Tu espera impaciente en lo alto de la escalera. Moviendo armónicamente el culete al ritmo de tu patita coja.Tus berrinches a la hora del baño, tu resistencia a quitarte las legañas. Tus gruñidos al limpiar tu caseta.
Adorabas las "chuches" y eras el primero en montarte en el coche. Siempre dispuesto a la hora de sacar la basura. Locura al ponerte el arnés. Imparable movimiento de cola. Hora de garbeo. Compañero incondicional de mis paseos terapéuticos en mi triste baja laboral. Acompañabas mis pasos, mi ritmo, sin quejarte, sin lamentarte de las horas, el frío o de tu patita débil. Me cuidaste.
Milka, se acerca curiosa y te olfatea cuando gimes. Muy pequeña para entender que te estás muriendo. Milka, otra adoptada de madre de "moralidad descuidada" (como me comentaba José Antonio, que denominaban a las madres solteras antiguamente). Creo que te considera su padre. Aunque te quite la comida, se suba encima, invada tu caseta y te muerda la cola constantemente te alegra tenerla cerca. Hasta te has vuelto más cariñoso y reclamas caricias y atenciones desde que vino a nuestra casa.
26 de Diciembre 2019.
Willy fallece de madrugada. Silencioso. Tranquilo. Sin despertarnos.
Me ha encantado cuidarte, lavarte, calmarte, acariciarte. Aliviar tu sufrimiento, sentir el latido fuerte de tu corazón anárquico y tu respiración fatigada en las últimas horas.
Ojalá Willy, que en el reino de los perros donde estés, puedas encontrar la libertad infinita que anhelabas y que puedas correr y saltar detrás de los ansiados conejos que seguro, corren a millones por los divinos campos de la eternidad.
Te queremos Willy. Busca a Kika. Os llevaréis bien.
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