!Ay, carita de luna llena ! Mucho tiempo sin escribir. Sin colgar las horribles fotos de tu cuerpo, sin leer tus continuos lamentos. Parálisis total. Expectante a los susurros de tu cuerpo después de Omalizumab. Del milagro que no te crees. De dudar de los expertos, de la incredulidad de los estudios científicos, manchados por los intereses de la industria farmacéutica. Culpable por precisar un medicamento tan caro. Tan caro... Estira el deltoides. No te contraigas. Que no se pierda ni una gota de tan preciado elemento.
Tercera dosis. Buena tolerancia. Te acaricias meticulosamente la piel buscando desniveles. Atenta a las señales. Temerosa al mañana. Expectante a los traicioneros sueños en que te ves cubierta de habones que otros no ven. Revisas las infinitas fotos en el móvil, fotos dolorosas y descarnadas mezcladas con paisajes, comidas, hijos, perros... Una esquizofrenia.
Esas fotos ¿son reales? ¿son mías?
Haces por no ver los pelos en la almohada, en el sumidero de la ducha, curvandose perezosamente mientras bailan con el agua esquivando los agujeros del desagüe. Antes buscabas habones en tu cuero cabelludo para despellejarte, hoy acaricias el pelo en busca de calvas demoledoras. Sacudes elegantemente los atrevidos pelos que quedan en tu hombro, jugueteas con los que osan invadir la mesa del despacho formando círculos concéntricos imposibles, mientras atiendes las infinitas llamadas telefónicas. Kandinski aplaudiría.Te miras al espejo.Te imaginas con peluca. Rubia tal vez. Fantaseas con pañuelos. Cada día un color.
Efecto secundario banal?
El pago por "la salud". La salud no tiene precio pero tiene costes.
Calva o habones. Decide.
Momento pelos. Acudes a la sesión programada de "depilación al hilo". Ya muchos meses con las amables esteticistas. Habituada a sus tirones, dolores y zarandeos. Al olor a cebolla que emanan sus manos, a fritanga de su ropa, seguro del Burger vecino. A colocar meticulosamente tus manos en las cejas para estirarlas, la lengua abombando la mandíbula. No quiero verme. No quiero imaginarme.Cada vez que voy me arrepiento. ¿Por qué repito mes tras mes?. En la última sesión no pude negarme a que me quitara el vello de la cara, el pelo de la barba. El recuerdo amargo de los corticoides.
Efecto secundario leve?.
Carita de luna llena. En tu superficie lunar no hay cráteres. Hay vello.
"Para estar guapa primero hay que ver las estrellas" repetía cada dos por tres un peluquero que tuve, mientras controlaba la posición de mi cabeza cada vez más tensa ante sus masajes. Dan por hecho que me encanta. Lo grito alto y claro ODIO LOS MASAJES EN LA CABEZA. Lo sé, soy rara. Yo decido quién, cómo y cuándo.
La mala leche también es un efecto secundario. Moderado-severo.
https://www.youtube.com/watch?v=qqOkL6QOVt4
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