¡Ay, carita de luna llena! Lo has vuelto a conseguir.
Cara redonda.
Pero no veo la luna. No veo el final.
Duermo fatal. Me levanto fatal. Paso el día fatal. ¿Cuál es el superlativo de fatal ?
La urticaria vuelve a cubrir mi cuerpo a pesar de las dosis altas de corticoides. Me rasco, me encojo, me acobardo.
Tengo miedo.
No creo tolerar más dosis de antihistamínicos. Los efectos secundarios empiezan a ocupar mi vida. A veces, entre la mascarilla y la medicación me cuesta pronunciar, encontrar las palabras en mi enmarañada mente. Hablar sin que los otros noten mi angustia, mi cara de susto, preocupación, MIEDO.
Hasta ahora los corticoides no habían fallado. En eso eres experta. Pensar en el fracaso del tratamiento me plantea tantas dudas e incertidumbres...
Anticuerpos monoclonales, inmunosupresores, medicamentos compasivos ... suena como el día que llevo.
Eso es "para otros", otros enfermos muy malitos pero tú...
Imagino que tendré que remontarme al principio, al primer brote de URTICARIA CRÓNICA IDIÓPATICA. Con ese apellido tan bonito, tan rimbombante, tan griego. Para decir "etiología desconocida". Para decir ni puta idea qué le pasa a tu cuerpo, a tu mente , a tu vida.
Puedes tomar otras salidas, sólo tú puedes...
¡Ay, carita de luna llena!
No hay comentarios:
Publicar un comentario